Después de unas vacaciones, jubilados de sus trabajos, Hellboy y Elizabeth regresaron felices y extenuados y con muchas ganas de dormir en su propia cama.
Cuando abrieron la puerta se les termino la felicidad, la cerradura estaba reventada. Hellboy le dijo Elizabeth que llamara a la policía desde la casa de los vecinos mientras él revisaba todo. Se habían llevado hasta los bombillos y el papel toillette.
Elizabeth se puso a llorar histericamente cuando vio que los habían mudado. Hellboy encontró su cepillo de dientes y su cámara. Le extraño que no se los llevaran también.
Llego la policía, A Hellboy y Elizabeth se les ocurrió tomar fotos para inmortalizar el trágico momento. Antes de acostarse, ambos se cepillaron los dientes. Elucubraron sobre por que no se llevaron el de él.
Al otro día llevaron a revelar el rollito de fotos. Compraron cosas básicas y necesarias, recogieron las fotos y regresaron a la casa.
Cenaron en el piso y se emborracharon. Nuevamente se cepillaron los dientes. Se disponían para acostarse pero recordaron las fotos.
Abrieron el sobre y vieron una a una las fotos. El desorden de la casa, la policía tomando la denuncia, los vecinos mirones.
De pronto, unas fotos que no entendieron al momento. Un cuerpo desnudo de la cintura para abajo. Un hombre se frotaba el trasero y los genitales con el cepillo de dientes...
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