Bug bunny y Elmer gruñón tienen una finca de toronjas. Un día llegaron los Looney tones, la invadieron y la quemaron. Luego se establecieron sobre la tierra baldía.
Bug bunny y Elmer gruñón lo intentaron todo. Trataron de convencerlos para que se fueran. Los amenazaron con mandarles a la policía. Los denunciaron ante las autoridades y hasta les ofrecieron plata.
Elmer gruñón tomo el asunto por su cuenta tratando de recuperar la propiedad por todos los medios legales. Pasaron dos años y aun no lograban nada.
Los invasores se multiplicaban sin para. La finca ya parecía un barrio, carpas, tobos con agua sucia, malos olores, banderas descoloridas, niños malnutridos. Todo al marjen de cualquier esperanza.
Bug bunny y Elmer gruñón ya lo daban todo por perdido. Entonces fue cuando apareció El Coyote, representante de ventas de productos ACME, ofreciéndoles dinamita muy ruidosa y de mínima explosión, excelente para solucionar su problema.
Hablaron con sus vecinos, Mickey Mouse y sus sobrinos, que tenían una granja de conejos y les alquilaron varias docenas. Les ponían la dinamita en la noche y los soltaban en el campamento de los invasores.
La dinamita explotaba causando un verdadero pánico. Durante un tiempo hicieron lo mismo cada noche y poco a poco, los aterrorizados invasores comenzaban a abandonar la finca.
Una noche largaron los conejos a plena carrera con su dinamita en el lomo, uno de ellos, de pronto, se devolvió y los demás le siguieron. Se metieron en tropel debajo de la camioneta de Bug bunny y Elmer gruñón, justo debajo del tanque de la gasolina.
¡¡PUM!!... La explosión fulmino a Bug bunny y Elmer gruñón. La finca quedo abandonada y los invasores regresaron nuevamente...
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