Ellas no aguantan mas el celibato. Sus novios se han ido por un año. Juraron lealtad eterna mutua y al regreso celebrar una mega boda. Pero tan pronto se fueron ellos, ellas comenzaron a sentir una extraordinaria picazón. Tenían fantasías. Les daba rabia que sus novios las hubieran dejado. Se sentían despreciadas.
Ellas aun los quieren, se veían perfectamente casadas. "Traición". Perdieron la virginidad en la primera oportunidad que se les presento y como les gusto la cosa, se dedicaron con entusiasmo al sexo libre. Ahora faltando unos meses para el regreso de ellos, solo pensaban en repara la falta. Reconstruirse el himen.
Entre todas consultaron a una vieja muy recomendada en estas tareas, mezcla de comadrona y bruja. Les ofreció la solución perfecta para borrar la evidencia infiel. Unos polvitos de Alumbre. Diluidos en agua y aplicados apropiadamente, remediaban cualquier destrozo sexual. En pocos días ya era evidente que funcionaba, pero ya solo faltaba un mes para el regreso.
El apremio acechaba. Ellas decidieron triplicar la dosis. Comenzaron a andar con un tapón rociado de Alumbre todo el día. Ya era mas evidente la recuperación de la estreches natural. Llegaron los novios y la mega boda se realizo con toda la pompa del caso. Todos felices.
En plena luna de miel, ellos se propusieron consumar el matrimonio. Oh sorpresa. No pudieron avanzar ni un centímetro. Medico de por medio y cirugias recomendadas pero el excesivo uso de la Alumbre había terminado por cerrar la cavidad sexual de ellas.
Todas quedaron impedidas de cualquier actividad sexual de por vida...
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