Vilma pesaba 78 kilos, poco le importaba. Después de muchos intentos con dietas, liposucción y pastillas para adelgazar, por fin se había dado cuenta de que ella era una gordita natural. Tenia que asumirlo.
A partir de ahora su meta ya no era pesar 45 kg., si no subir a 140 kilos. Rápidamente ganó peso, y con el tiempo dejo de salir a la calle y se dedico a vivir en el país de las telenovelas. Abrazada a un almohadón de plumas, echada en un sofá, comiendo toda clase de porquerías, estaba feliz de la vida por primera vez. Solo miraba la TV.
Los alimentos se los traían a la casa y pagaba sus cuentas por internet. No le importaba nada. Comer y ver televisión. Así que su casa se fue convirtiendo en un basurero repleto de bolsas de chucherías, cajas de pizza, platos sucios, sobras de comida china, latas de refrescos, huesos de pollos, cucarachas y ratas.
Cuando ya pesaba como 120 kilos, de pronto dejo de engordar. ¿Acaso abría alcanzado su limite?. Comenzó a darle una terrible jaqueca que poco a poco se hizo mas periódica. Pensó que tenia anemia y triplico las comidas a ver si se curaba. No engordo mas.
Dormía 22 horas diarias, aferrada como una loca al almohadón de plumas. Ya ni veía televisión. Despertaba solo para ir al baño y comer. Hasta que un día se murió.
Cuando el forense quiso quitarle el almohadón para realizar la autopsia, no pudo, hubo que cortarlo. Entonces apareció muerta una enorme garrapata, esta alimaña le había chupado la sangre...
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