Este proyecto nació por una mujer y se ha mantenido en el tiempo por el bendito milagro de seguir conociendo a otras. Así que dedico estas letras a la creación más bella. Las mujeres. Por ustedes el arte, la música, las guerras, las penas, las glorias, el amor, el erotismo... "Y el cómic"

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21 jul 2022

Secuestro

 

Ojos vendados, manos atadas a mi espalda y mi boca amordazada. El camino fue demasiado largo. Me arme de paciencia y espere. El carro se detuvo, alguien me ayudo a salir, una puerta que se abre y me empujaron sobre un sillón. Se sentía suave y mullido.

Todo estaba en silencio, alguien se movía cauteloso a mi alrededor. Me observan. Mi corazón late agitado, estoy asustado. Sin indicios de mi captor, sus pensamientos no son claros, se me hace difícil determinar sus intenciones.

Me quitaron la mordaza. Dedos finos de mujer. Temerosos al rozar mis labios. Ahora libre tome una gran bocanada de aire absorbiendo su olor, dulce, como de flores. Quedo impreso en mi memoria.

Desato mis manos, muy despacio, como si fuese necesario recordar cada movimiento. Me quite la venda de mis ojos con un rápido movimiento. Mire sus ojos, negros como un túnel sin final. Me hizo sentir incomodo y desvié la mirada.

Mire la habitación, pequeña y circular, llena con espejos en sus paredes. Pienso son del tipo que puedes ver lo que sucede del otro lado. La puerta estaba disimulada en la pared, no tenia manilla o picaporte. Me sentía como un animal exhibido en un zoológico.

Ella, con sus profundos ojos negros me miraba. Parecía esperar que yo la atacara. los mirones detrás de los espejos me alentaba a hacerlo. Mis instintos comienzan a despertar. Me moví rápidamente y la estreche con mucha fuerza para inmovilizarla.

La puerta se abrió y entro otra mujer. La tome por un brazo obligándola a ponerse de rodillas. la puerta se abría y cerraba. Mas mujeres seguían entrando. Rodeado y abrumado, ya no podía mas. Caí al suelo de bruces, exhausto.

Por ultima vez la puerta se abrió. Una pequeña niña era empujada hacia mi. Lloraba desconsoladamente. ¡Ya los he entretenido suficiente! Grite. ¡Mirones infelices!

De un golpe en el pecho tumbe a la niña a mi lado, aproveche que la puerta estaba abierta y salí corriendo de la casa.

En mi huida, no advertí que me encontraba desnudo...


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