Un rumor de voces llego hasta mi
ventana, las palabras no se entendían, pululaban los sonidos sin forma, el
clamor de un acontecimiento sobrenatural.
Un ruido lejano que ahora se
acercaba cada vez más. Habían llegado. Los Dioses venían a buscarme para
llevarme a un mejor lugar.
¡Equivocación! El palo de agua se
traía a todo el cerro…
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