Se perdió entre palabras lascivas y embestidas, incapaz de mostrarlo, se escapaba cada vez que un orgasmo salvaje cegaba la vista y la hacía temblar.
Rememoraba haber empezado aquel encuentro con él, pero el sabor amargo de las corridas había borrado de su boca los dulces besos.
Solo cuando cayeron desfallecidos uno al lado del otro se acordó del amor, lo tenia en sus manos en forma de caricias reparadoras...