El dilema guanabi (i wanna be). La que se parece demasiado a la britney. El tipo pelón que jura ser ricky. El prospecto de rockero que no sabe tocar. Todos ellos son los protagonistas del guanabinero, un mundo paralelo y bizarro de héroes y super estrellas que nadie conoce.
Un proceso irreversible de ideología conceptual y estética, tendencia urbana en toda la aldea global. Wanna be (guanabi). Grito de guerra de un planeta uniformado al máximo y en el que tienden a desaparecer las fronteras entre una tribu urbana y otra.
Los medios han cumplido con su misión, simplificar un mensaje reiterativo y masticable para hacerlo llegar al mayor numero de personas en el menor tiempo posible. Consecuencia, la creación de un ejercito de autómatas en serie luciendo iguales, repitiendo las mismas cosas y pensando lo mismo que un modelo original.
El fenómeno guanabi no es una enfermedad de los medios sino del ser humano. Los medios en todo caso, son el vehículo que esparce el virus y lo hace avanzar más rápidamente.
El fenómeno en cuestión esta en otra dimensión. Todo infante en determinado momento de su vida, es guanabi de su mamá o de su papá, al igual que cualquiera de nosotros podría ser guanabi de un ser admirado o inspirador.
Todos somos ¡GUANABI!...
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