Misteriosamente comienza a ser removida la suciedad adherida en los mugrientos teléfonos públicos. Nadie sabe si se trata de un escuadrón enmascarado o de unos come flor amantes de la limpieza.
La patrulla limpia teléfonos. Somos la sección de conservación de teléfonos públicos, agradecemos que colabore con nosotros y nos diera un permicito para desinfectar y restaurar la unidad que está usted utilizando actualmente.
El discurso de franquicia americana es disparado en segundos, el usuario que mantiene su cachete pegado al auricular queda perplejo.
¿Habremos llegado al fin de los días en que acercarse a un teléfono público era más peligroso que correr desnudo?
Ahora la telefónica nacional se viste de etiqueta. Ya no tienes que examinar el aparato o la cabina, puedes llamar más y llamar limpio.
Como cualquier otro oficio que vincule el trato con los seres humanos, puede llegar a cuestionarnos el papel que desempeñamos en nuestras vidas, el existencialismo y el cuestionamiento vienen sólitos.
Ser limpia teléfonos por estos días de nihilismo, depresión y locura tiene sus riesgos. El grado de dificultad varia según la zona.
Resulta más escabroso tirarse una jornada limpiadora en un barrio que un como paseo desinfectante en una urbanización bien.
Aun así, el honorable titulo de limpia teléfonos, sigue siendo rentable, ganan un poquito más que el sueldo mínimo.
Mejor que vender dulcitos de coco...
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