La libido perdida

El país es un pálido falo circuncidado que en los últimos años ha disminuido gradualmente su vasodilatación. 



Problemas económicos, políticos y sociales, preocupaciones, estrés y el envejecimiento prematuro  de una generación acostumbrada a la vitalicia gozadera de las soleadas playas y enfrentada en los últimos años a una gradual e inexorable decadencia, han hecho que el animo se haya ido para el piso dejando en su lugar una flácida y remojada actitud.

Pasamos de ser la meca de la diversión, trabajo y profesionalismo joven, a convertirnos en una pueblo enfermo, neurótico e impotente. 

Prozac para esta ribera del Arauca vibrador. No le haría mal tampoco una buena dosis de viagra para recuperar la libido  que la ha representado siempre como un estado de los mas cachondos de la tierra y que, junto al oro negro, las reinas de belleza han sido una carta de presentación audaz de nuestra idiosincrasia.

Expertos en psicología, comunicación y sexología se aventuran a diagnosticar un desgano crónico que ha puesto el saldo de nuestra sazón en peligrosos numeritos rojos.

Pese a las adversidades, problemas y circunstancias, a mi país todavía se le para...