Por más cera caliente, pinzas, hojillas y tratamientos depilatorios que existan en el mundo, las dulces féminas no pueden deslastrarse de la durisima realidad. Esa que las coloca al mismo nivel de cualquier hombre dentro de la escala evolutiva.
Ellas también tienen bigote y barba. Y aunque lo ocultan y lo disimulan, la verdad es que la mujer viene del mono, tanto o más que el hombre.
Las mujeres tratan de desterrar de sus vidas el vello que las viriliza...
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