El Mandato británico de Palestina fue una administración territorial encomendada por la Sociedad de Naciones al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en Oriente Medio, tras la Primera Guerra Mundial, con el estatus de territorio bajo mandato. El territorio sobre el que se estableció correspondía a la región meridional del Levante mediterráneo, una región que el Imperio otomano perdió como consecuencia de su derrota en la guerra.
Aunque el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda administraba estos territorios de facto desde 1917, el Mandato entró en vigor en junio de 1920 y expiró en mayo de 1948. En un primer momento incluyó los actuales territorios de Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, si bien a partir de septiembre de 1922 el Reino Unido separó la parte oriental del mismo, creando el Emirato de Transjordania.