Este proyecto nació por una mujer y se ha mantenido en el tiempo por el bendito milagro de seguir conociendo a otras. Así que dedico este blog a la creación más bella. Las mujeres. Por ustedes el arte, la música, las guerras, las penas, las glorias... "Y el cómic"

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9 abr 2017

Relatos inconclusos (Parte II)

A él le gustaba la manera de moverse de ella. Sus gestos eran comedidos y siempre parecían tener un sentido. Advirtió que por algún motivo, que no sabia explicar, ella le hacia sentirse incomodo, como si debiera pasar un examen importante.


Para él, ella resultaba una bomba erótica. Su sensualidad le había conquistado en cuanto la conoció. Ambos descubrieron ese interés ingenuo y espontaneo por el placer. Un ansia de dar y recibir un goce mutuo.

Aprendía a usar sus sentidos de forma individualizada. Cada uno por separado en el momento adecuado. Luego aplicaban todo al unisono. Gustar, oír, mirar, palpar, oler. El resultado era un placer de una intensidad jamas soñada.

Comer en la cama. Este acto se convertía en un largo y agotador festín, en donde se mezclaban sabores de comida y piel, del sexo y la carne, del vino y el sudor, hasta componer sabores y aromas que llenaban el despertar de cada mañana.

Él pensaba que todo era una ironía, que el cuerpo sincero y generoso de ella fuera lo que lo que ahora los separaba. Pero no solo eso, esa sensualidad dictatorial de ella también. Sentía que estaba siendo absorbido.

Había comenzado a defenderse de ella, de un modo inconsciente primero, obedeciendo a un instinto que no lograba comprender. Ella aun excitaba sus sentidos, pero él se obligaba a no ceder a ese impulso.

Comenzó a rehuirla. Procuraba herir sus sentimientos. Ella no advirtió el cambio ocurrido en él de inmediato y continuo mostrándose tierna y espontanea.

Con el tiempo los dos se llenaron de indiferencia. Ambos se habían convencido que darse concesiones suponía la perdida de un trozo de personalidad...

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