La pirueta más húmeda y antigua del mundo occidental. Reproducida por algunos y amada por la mayoría.
El seis nueve, sin duda, el mejor plato de entrada para la faena a puerta cerrada. Unos boca arriba y otros boca abajo.
Algunos prefieren el pollito asado, el vampiro u otras posiciones más convencionales. Este será un merecido homenaje a la maroma más mítica en las camas de occidente.
Es rico por un ratito, dicen muchos sobre los beneficios de la pose más usada como entrada al acto íntimo de hacer el amor.
Desde la india, pasando por china y llegando a cualquier hotel de carretera, el seis nueve parece sazonar la faena del mete saca de la forma más integral posible bajo el sencillo principio, yo chupo, tu chupas.
Sin embargo, algunos incrédulos a la inventiva, descartan la posición. Por lo general el o ella es mucho más alto que la pareja de turno.
Otros en cambio se muestran asqueados por el acto oral. El provechó de imaginarse en perfecta ergonomía con su pareja les resulta incómodo.
Sea como fuere, el grado de aceptación varía. Pero no hay duda de que, más que ser una práctica habitual, la pose es uno de los grandes motos de la sexualidad occidental.
Su uso a la hora del te, es más un divino manjar lúdico que una sería y premeditada variante del sexo.
Ya sabes, saca la lengua y no olvides tu babero. Lo que viene es puro morbo numérico...
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