Un mundo de cuento

A Cruella de vil no le quedaba otro recurso. Su amiga, Maléfica, no le quería dar más dinero. Había perdido cualquier habilidad para robar y desde que vendió todos sus dientes, nadie quería pagar por su sexo oral.

Tenia que echar mano a su ultima cosa de valor que le quedaba. Su amiga Anita. Lo que sea por volver a esnifar.

Una noche cualquiera, en medio de un ataque de angustia, Cruella se metió por la puerta de atrás de la casa de Anita y la secuestro.

Cruella la ofrecía en una calle. Al rato se detuvo un carro rosado, conducido por un sujeto de largos bigotes. La transacción apenas duro unos minutos.

Cruella golpeo a Anita para que dejara de llorar, la deposito en el asiento trasero, tomo su dinero y se fue directo a comprarse la droga. Cruella estaba satisfecha por lo sencillo que le había resultado todo.

Sin embargo, en el camino fue asaltada por una serie de imágenes que se sucedían como una película en su cabeza. En ella veia a Roger Radcliffe, el esposo de Anita gritandole desesperadamente, "que has hecho". A Cruella de vil no le importo, pensaba que con esnifar todo se le olvidaría.

Por fin sintió que todo era mentira, que tenia dientes y no los había vendido, que Anita en realidad estaba en casa de Maléfica pasando el día y que ella no vivía en la calle. Todo estaba absolutamente bien.

Cruella de vil, de Anita, nunca supo nada más...