La moda local nace natural y sin pretensiones e intenta, copiándose de las revistas o no, competir en espíritu, ademas de precios y calidad, con la lluvia de marcas que caen de la galaxia.
Cero pasarelas, cero televisión, cero lavado de cerebro. Cómoda, útil, guerrera, versátil. Duro a esa lavadora.
El mercado se lleva en el alma y la comercialización no es otra cosa que la sintonía que se tenga con la calle.
Que diga "Made in Venezuela" no es el asunto, eso no importa, la intención es tomarle Polaroid a las aventuras citadinas para reproducirlas luego en telas y estampados que se parezcan a lo que sale en televisión.
Actitudes relajadas en un universo en el que las rumbas, las patinetas, las aceras y las olas de una nueva generación cruzan el Avila vestidas con una ropita ponible todo.
La moda esta cosechando sus raíces aqui, como negocio y como visión de mundo también...
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