A medida que los espacios urbanos crecen y se expanden, aumentan también los malestares sociales.
La calle es dura e inhóspita y el gris, el concreto y la suciedad convierten a la noche en una feria salvaje de extrañas criaturas sin nombre.
Con la puesta del sol muchos inician su día. Trabajadores, jíbaros, prostitutas, taxistas, músicos, barmans y una larga lista de personajes que conforman la fauna nocturna de las concentraciones citadinas.
Anécdotas, locales ultra hard, basura nocturna y baños de luna tóxicos. Todo para que no te quedes en la tranquilidad de tu almohada...