Ella toma un atajo, esta convencida que así sera mas seguro, menos mal que esta sola. El tiene pinta de ser de la zona.
Estas calles, sin embargo, son peligrosas para dormir. Por la noche, la gente que vive en ellas, cree que las calles son el pasillo de sus casas, donde pueden hacer exactamente lo que necesitan y quieren, al instante.
Estas callejuelas son como la ultima noche, no hay tiempo que perder en ellas. Las chicas hacen buen negocio, los chicos llevan pistolas.
Ahora, en el inerte calor del final de la tarde, ella se desliza en las sombras que comienzan a aparecer, ya nada le puede sorprender...
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