Mientras subían a su dormitorio, cogidos por la cintura, Oliva, furiosa, iba pensando que ella no podría respetar a un hombre que no tuviera una gran vocación. Que sintiera apasionadamente su profesión y la desempeñara con una entrega absoluta.
La primera vez que oliva le pidió que se casara con ella, Popeye le dijo que el no era hombre al que ella pudiera "tener". Oliva pensó que quería decir que no lo puede comprar. Ahora se daba cuenta de que el quiso darle a entender que no lo podría "poseer".
Estaba metida de lleno en una paradoja.
Ella, que tenia un instinto de dominio muy desarrollado, busco como no buscara nada en la vida, a un hombre del que nunca podría ser dueña absoluta.
Utilizando todas sus artes no había logrado sino construirse su propia cárcel.
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