Velma Dinkley ya no quiere vivir en su país, todo son problemas aunado a un mal gobierno. Compro casa y cuadro todo para irse. En cuanto tuvo la visa arreglada, se fue con Scrappy Doo. Durante un año todo fue muy bien, pero un oscuro incidente con Scrappy opaco su prístino paraíso urbano.
Un día Scrappy se le apareció con un conejo muerto. Velma se sobresalto, miro a Scrappy y el cadáver. Se dio cuenta que era la mascota de los vecinos. Rápidamente opto por la idea de ocultar el crimen y el mal rato con sus vecinos. Baño al conejo, lo seco y lo dejo frente a la casa de sus amos.
Esa misma noche, los vecinos tocaron a su puerta acompañados por un policía. Estaban consternados. Le preguntaron que sabia del conejo, Velma trago grueso y respondió que nada. Le dijeron haberla visto con el conejo, acto seguido el policía le entrego un citatorio para el juzgado y aclarar el asunto.
Velma lo confeso todo. Su historia no fue bien vista por el juez. Perdió el juicio, le revocaron la visa y tuvo que regresar con Scrappy a su país.
Resulta que lo que paso en realidad era que el conejo murió atragantado con una zanahoria. Sus vecinos lo enterraron en el jardín comunitario y Scrappy no lo mato, simplemente lo desenterró...