El film tiene como protagonista a Andrew Largeman (Zach Braff), un joven actor que vuelve a casa, en su estado natal Nueva Jersey, después de nueve años de ausencia. Lo hace después que su padre (Ian Holm) le ha comunicado que ha muerto su madre. Al volver a su hogar se encuentra con su viejo amigo Mark (Peter Sarsgaard), quien ahora ejerce de sepulturero.
Son varias las personas con las cuales Andrew vuelve a tener contacto, y de quienes tiene que ponderar recuerdos y sentimientos. Junto con las reminiscencias que su estancia y recorrido por el lugar le provocan, también tiene que confrontar la relación con su padre. El desarrollo de los acontecimientos cambia, cuando conoce a una chica llamada Sam (Natalie Portman), mientras se encuentra en la sala de espera de un consultorio médico.