Circularon toda clase de leyendas urbanas ante el inconcluso final y se generaron fanfics como que Doraemon se queda sin batería y Nobita debe elegir entre cambiarle las ‘pilas’ perdiendo toda su memoria o hacerse un experto en robótica para salvarle. Elige lo segundo y lo consigue con mucho esfuerzo y estudio en un futuro donde comieron perdices en el espacio-tiempo.
Pero fue la versión que se arraigó como leyenda urbana la que se llevó los honores: ‘Doraemon es un sueño de Nobita’.
No sólo esto sino que en ese hipotético y nunca-jamás-emitido episodio vemos a Nobita tal y como es en realidad: un niño con cáncer (existen versiones con leucemia, autismo, sida, en silla de ruedas o en coma) que se despierta de un sueño (o tal vez despierta del coma). Ese sueño eran todos los capítulos que hemos visto hasta ahora y todas sus aventuras con Doraemon, todos sus amigos, su historia de ‘amor’ con Shizuka…
Todo, todo y todo era un sueño de un pobre niño sin amigos, impedido por su enfermedad...