La novia de Frankenstein, hace una semana estaba dispuesta a desaparecer, dejarse llevar hacia las profundidades de la debilidad y el miedo. Pero no, aqui esta, frente a su diario publico, relatando pensamientos.
Siempre a la expectativa de lo que la noche puede traer. Es preferible obviar y darse un descanso. Cerrar los ojos, camino fácil hasta que nuevas cosas despierten la curiosidad de aventurarse. Hoy no hay luna ni brisa.
Sentimientos difusos. Intención de poner punto final. Él ni siquiera se lo espera. Seré cruel, despiadada e inmutable. Nada parece diferente, pero todo lo es. Se que él piensa tomar camino lejos de mi. Una mueca en mis labios moldearon una ligera sonrisa.
Un corrientazo de deseo sacudió mi espina dorsal. Sin pensarlo mucho, deslicé mis dedos por su brazo hasta llegar a su rostro. Era necesario establecer mi superioridad. Ligeramente de puntillas, acerque mis labios a los suyos. Mi lengua perforo su boca, el beso se hizo mas profundo.
Cada momento inunda mi mente con fuerza, sutiles besos en su boca, en sus ojos, en su frente, en su barbilla. En cada espacio de piel. Cada vez bajando mas y mas. Él intuyo que buscaba un intercambio. El retumbar de su corazón se hizo mas fuerte.
Me encontraba al borde, algo en mi se quebró. Lagrimas en mis mejillas, mi boca se separo de su piel. Me sentí paralizada, sin saber que hacer, era incapaz de acabarlo. De matarlo. Me miro. Supe que se sentía traicionado.
Aun ahora, mientras Frankenstein lee cada una de estas palabras en el momento en que las escribo, no se decir que sucedió exactamente. Quizás soy mas humana de lo que quiero ser. Quizás esta vez albergo amor de verdad en mi corazón...
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