Este proyecto nació por una mujer y se ha mantenido en el tiempo por el bendito milagro de seguir conociendo a otras. Así que dedico este blog a la creación más bella. Las mujeres. Por ustedes el arte, la música, las guerras, las penas, las glorias... "Y el cómic"

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22 jun 2015

Animal & Vibrador

Helga G. Pataki ya no aguanta la ansiedad. Arnold tenia como dos años que no le hacia caso pero Helga no era capaz de una infidelidad. Para resolver el problema decidió comprarse un artilugio para arreglárselas ella sola.


Las primeras veces que Helga uso el artefacto se sintió muy satisfecha. Hasta le llego a parecer que el placer asistido con un dispositivo era mucho mas emocionante que hacerlo de forma natural con Arnold. A las tres semanas se aburrió. En realidad necesitaba algo de verdad.

Un día cualquiera Helga bebía un trago fuerte mirando distraída una serie de animales por la TV. En el programa una pandilla de perros acosaban en la calle a una perrita que parecía muy contenta. Se le ocurrió una idea. Se quito su ropa interior y silbo a su perro. Se puso en cuatro patas y dejo que el can la olisqueara por un ratito, después la monto. Helga por fin alucino de placer.

A partir de entonces, el perro y Helga comenzaron a tener encuentros cada dos o tres días. Helga calculaba que Arnold no llegara a casa, se tomaba un par de fuertes tragos para superar sus prejuicios, bañaba al perro y luego procedía con la operación colchón.

Rápidamente el perro se acostumbro a los delirios de la loca de su ama, todas las tardes le ladraba pidiendo lo suyo. La cosa iba de lo mas bien.

Un día llego Arnold mas temprano a casa y la encontró en pleno apogeo con el perro trepado sobre ella. Avergonzada, Helga, trato de zafarse de un solo golpe pero no pudo, se había quedado engarzada al perro.

Después de superar la primera impresión, Arnold trato de ayudarla a despegarse, pero fue imposible, así que tuvieron que ir al hospital. Una vez ahí, el medico de turno le inyecto al perro un descongestionante sanguíneo con la esperanza de que esto diera resultado.

No sirvió de nada. El galeno llamo a dos enfermeros y entre los tres halaron a Helga y el perro en direcciones opuestas. Después de varios intentos al fin los separaron.

Helga quedo estéril. Durante el forcejeo el perro le desgarro el útero. Quedo afectada para siempre...

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