Cuando salí de casa debía de estar distraído. Profundamente absorto, al parecer,
en tranquila introspección, me dijeron que iba por el camino equivocado.
Es igual, no me desvié. Seguí caminando en aquella dirección errónea.
No sé por qué razón tomé el camino errado, pero así es como
llegué al lugar donde he acabado.