El Guasón es informado de su sentencia. Tres cadenas perpetuas sin solicitud de clemencia. El jurado delibero tan solo por diez minutos. La declaración de culpabilidad fue unánime, las pruebas eran abrumadoras.
Pasa el tiempo, dice El Guasón para si mismo. El paso del tiempo empeora las cosas. Así es para los cuerpos que están solos. Incluso para el cuerpo de una lombriz.
Cuando el tiempo cura, cura para hacer durar el dolor, para hacerlo mas largo. No hay vuelta atrás y, cada día, con el paso del tiempo, la vuelta atrás es mas larga.
Eso es lo que pienso cuando me permiten salir al patio de la prisión por cinco miseros minutos. Pienso lo mismo cada ves que salgo. Estoy un día mas lejos, me digo.
¿Todavía podría volver atrás?. ¿Encontraría la manera?. Un poco mas y tal vez ya no pueda, podría hoy. Debo irme...
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