Entre los rascacielos de la metrópoli pero también por los callejones del pueblo más apartado, afronta su lucha un paladín que, a diferencia del superhéroe común y corriente, no persigue combatir el mal ni salvar el mundo.
Su gesta radica en protegerse a sí mismo y a los suyos valiéndose del superpoder de la maraña.
Todos conocen a alguien así, si es que acaso no somos nosotros mismos uno más de estos flexibles acróbatas que se balancean de una diligencia a otra cuidando de mantener el equilibrio para no terminar de estrellarse contra el duro suelo de la miseria...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario, regresa nuevamente, saludos...