Sobre la cama, saluda con la cabeza. Un gesto preciso y automático de ella. Rosto regular, calculado y construido con detalle.
Como una muñeca de lujo. Piel de esmalte color carne, una mezcla de blancos y cremas.
Ojos azul cielo. Nariz pequeña, con diminutas ventanas sonrosadas. Todo bien armonizado. Excepto el color de sus uñas y labios.
¡UFFF! El tamaño de sus pechos. Fue todo un error de fabricación colocarse grandes senos femeninos en la que, de otro modo, todo hubiera resultado una obra perfecta.
Salta a la vista lo mucho que sus tetas le fastidian...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario, regresa nuevamente, saludos...