Cada mañana, Coraline, se encuentra sentada en la sala de estar. Siempre esta atenta al ruido de la llave en la cerradura.
Esta a la espera de ver quien entra, no hay mucho mas que hacer. Todo el que aparece a través de la puerta suele decepcionarme, pero siempre cabe una posibilidad de que no sea así.
Cuando se escucha la llave en la cerradura, la cabeza de Coraline se levanta como si una cuerda tirara de ella.
Esa mañana, la cerradura chirrió de un modo extraño. Coraline observaba como se deslizaba y se arrastra a lo largo de la pared.
Se queda ahí. Asustado. El miedo. Un ambiente muy alegre, no les parece...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario, regresa nuevamente, saludos...