Redondo, chato cuadrado, parado o aguado. La anterioridad anatómica de las personas siempre está presente en nuestras relaciones sociales.
De ahí que muchas veces reduzcamos a nuestra pareja con el peyorativo titulo de "culito", como si estuviéramos hablando de un fiambre animado y racional. En nuestro país el fenómeno agarra vuelo, la redondez trasera es el pasaporte de entrada al éxito.
Así como el béisbol o la arepa, el culocentrismo parece ser uno de los pilares de nuestra cultura cotidiana urbana. Una nación, un culto, un destino.
Las nalgas rigen hasta el estado de animo de algunos y la búsqueda por la redondez puede terminar generalmente en el quirófano.
Gordo y duro.Así es el rollo gluteologíco...
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